jueves, 5 de julio de 2012

Digamos juntos NUNCA MÁS

Contemplando desde lejos, se ve un paisaje signado por numerosas banderas que flamean pidiendo a gritos justicia. Se alzan carteles cuyas voces reclaman por ser escuchadas. La calle está minada de caras que expresan incontables sensaciones, irradian esperanza pero al mismo tiempo son invadidos por un profundo dolor.


Gestos de indignación, de asombro, de preocupación y de entusiasmo se reflejaban en el rostro de todos los presentes. Víctimas, querellantes, organizaciones políticas, sociales, de derechos humanos y sindicales, y algunos curiosos que pasaban por el lugar, se congregaron para oír la sentencia de la causa Diaz Bessone.


Segundos antes de la lectura, la incertidumbre tiñó los ojos de cada una de las personas que se encontraban reunidas allí. Prisión perpetua para Díaz Bessone (ideólogo del terrorismo de estado en la Argentina) así como para José Lofiego, torturador en el Servicio de Informaciones; a Mario Marcote, el Cura, le correspondieron 25 años; a Ramón Vergara, el Sargento, 12 años, y José Scortecchini recibió una sanción menor, sólo 10 años.


En ese instante infinitos puños apretados se elevaron dirigidos al cielo, las voces se unieron efusivamente en cantos que revelaban que este día iba a quedar grabado en sus memorias. Después llegaron los abrazos, las miradas cómplices que se reconocían con satisfacción y con profunda emoción.


Entonces la pregunta es: ¿Cómo debemos reaccionar ante lo ocurrido? Muchos se retiraron felices, algunos en desacuerdo, otros con una inmensa nostalgia. Lo importante es destacar el sentimiento de justicia que unía a todas aquellas personas, que borraba sus diferencias ideológicas y los fortalecía en una misma lucha. Miremos hacia adelante con esperanza y no dejemos atrás lo que pasó, que el recuerdo quede siempre vivo en nuestra memoria para poder decir todos juntos NUNCA MÁS!



Malchiodi, Lara

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